Un grupo de tres egresados de la licenciatura en Ciencias de la Familia de la Universidad Anáhuac, se dieron cuenta de un problema por resolver: la falta de certeza jurídica a estudiantes universitarias en situación de embarazo y posparto.
Por Ana Martín Zúñiga, Belem Cabello Durán y Francisco Elizalde Estrada. 31/05/2023
Según cifras del INEGI en el ciclo 2021-2022 en el estado de Jalisco más de 130 mil mujeres estudiaron en educación superior. El 40% de las mexicanas tienen la edad entre 19 y 24 años de edad al momento del registro del nacimiento de su hijo. Misma edad que coincide con el ingreso y egreso de la mujer universitaria.
Por ello, propusieron una iniciativa de ley al Congreso, que reforma el artículo 44 de la Ley de Educación Superior del Estado de Jalisco. Un sólo párrafo que plantea la “emisión de programas, protocolos y realización de acciones que garanticen el acceso, la continuidad y culminación de la educación superior de las mujeres en todas las etapas de su vida reproductiva y que promuevan, dentro de la institución educativa a la que asista, la lactancia materna durante los primeros 6 meses de vida de la niña o el niño, respetando la autonomía y decisión de las estudiantes.”
Con esto avanzamos en la garantía del derecho a la educación de las mujeres embarazadas y en el interés superior del niño.
Las causas: las universidades en Jalisco no cuentan con protocolos; culturalmente no existe una vinculación, ni apoyo, entre la maternidad y la vida estudiantil; no hay investigación, ni numeralia sobre el tema; entre otras.
Las consecuencias: dificultad y/o imposibilidad de continuar con los cuidados maternos y lactancia en los primeros 6 meses de vida; existe una percepción de imposibilidad o demasiada dificultad para conciliar los estudios universitarios y la maternidad; discriminación por maternidad; entre otras.
Esta propuesta fue presentada a la diputada local del Estado de Jalisco Mirelle Montes, la que acogió y apoyó cabildeando a la mayoría de las mujeres legisladoras del congreso que creen en acciones concretas para esta noble causa. Por ahora el proyecto está pendiente a sesionar en la Comisión de
Educación y de Estudios Legislativos correspondientemente, con la esperanza de que en poco tiempo sea votado y oficial.
La deserción escolar por la imposibilidad de conjugar ser madre y estudiante es real, no es un problema actual de unas pocas mujeres en Jalisco, sino que pasó en generaciones pasadas también e incluso se dieron cuenta que en ningún estado de México existe algo que las proteja. Es por esta y otras razones, que las propuestas de acción de estos jóvenes familiólogos son un primer paso para una solución integral.
Su intención es clara: que sea impensable dejar de estudiar por ser madre.