El próximo año 2024, México y su sociedad tendrán una cita con la democracia para decidir quién dirigirá los destinos de nuestro país por los próximos seis años, es importante dar prioridad a los grandes temas de la agenda nacional que sin duda seguirán siendo: la seguridad, la economía, el empleo, la salud, la educación, solo por mencionar algunos.
Por Fernando Guel Saldívar 30/08/2023
Pero uno de los temas más importantes de análisis y de discusión que se debe de poner en la mesa es el tema de la familia.
Resulta fundamental y necesario que quiénes aspiren a regir los destinos del país, tengan una propuesta clara y objetiva de una política pública integral que atienda en todos y cada uno de sus niveles el desarrollo que requiere la familia, para México, que es un país con mayoría católica, esto es, el 88% de la población mexicana es católica, se necesitan definir políticas con valores de orden natural que permitan el desarrollo armónico de la familia, desde la perspectiva de la madre, el padre y los hijos en sus diferentes roles que juegan dentro de la familia, así como el de los abuelos, tíos y primos.
La relación familiar en nuestro país como en muchas otras partes de Latinoamérica, gira en torno a la figura de la madre como centro del desarrollo armónico y moral de la vida en el hogar, pero estos roles han ido cambiando por las situaciones que el desarrollo de la vida en sociedad ha producido en las familias. Hoy, ambos padres trabajan, los hijos adolescentes o en ocasiones menores trabajan, los abuelos se han convertido en las guarderías de las familias todo con el interés de tener un mayor cuidado de los nietos.
Estas situaciones como la que acabamos de describir y que cambian en muchos otros casos nos presentan diferentes tipos de funcionamiento de la familia, pero en estricto sentido, la familia sigue siendo ese núcleo fundamental donde germina y se desarrolla la sociedad, es decir, la familia es el centro neurálgico donde se desarrollan los principios morales de las sociedad, y es la piedra fundamental en la que la política pública debe estar basada para el buen desarrollo de la vida de nuestro país.
La agenda política del 2024 deberá tener en claro que en México existen 34,744,818 familias de ellas el 71.3% son nucleares (es decir, están formados por parejas con o sin hijas/os), 28.7 % con jefas de familia.
Como se puede observar, atender a la familia por medio de una visión de Estado requiere de la preparación y la profesionalización de las tareas del gobierno pues no sólo es a través del asistencialismo como se deben atender las necesidades básicas de la familia, es algo que conlleva a definir políticas públicas de largo de mediano y largo plazo partiendo de los siguientes criterios:
1.- Definir una política pública nacional que atienda las principales demandas psicosociales para el desarrollo de la familia y su entorno, familiar, laboral, educativo, de salud, de cuidados dentro y fuera de la familia.
2.- Hacer una política nacional que permita establecer por regiones y por estados las principales problemáticas de la familia, atendiendo con prioridad la solidez del núcleo familiar como célula básica del desarrollo armónico de la sociedad.
3.-Establecer compromisos medibles que hagan de la política a favor de la familia una visión de Estado que involucre acciones para el desarrollo de México, más allá de las ideologías políticas de cualquier índole.
4.- Defender los valores universales a favor de la familia como parte de un sustento que le de sentido e identidad cultural y social a nuestras familias mexicanos bajo el cuidado y respeto de sus valores y su idiosincrasia.
La agenda política del 2024 deberá tener contenidos sustanciales para las familias mexicanas, no debemos esperar propuestas, debemos construir una agenda para que nuestros actores políticos la respeten y la lleven a cabo, ya se termino el tiempo de que ellos nos proponían que hacer y como hacerlo.
La familia mexicana deberá hacer una propuesta concreta a las diferentes fuerzas políticas con acciones que las familias esperan como respuestas inmediatas al iniciar la próxima administración. Si los políticos no toman en cuenta a la familia, quiere decir que nuevamente nos van a engañar con otras prioridades que no resuelven los problemas de fondo, ni entienden la verdadera fuerza del núcleo fundamental de la sociedad que es la familia mexicana.
Por Fernando Guel Saldívar
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