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El legado educativo

Por Alexis Galicia 04/04/2023



Actualmente vivimos una crisis educativa en México, que no significa la destrucción del país, pero tampoco es un hecho minúsculo. Muchos expertos concuerdan en la falta de sentido y sustento pedagógico, metodológico y didáctico en los nuevos libros de texto de la SEP.

Leyendo a diversos especialistas, confirmo la incapacidad de quienes dirigen a la Secretaría, permitiendo la construcción de un “Proyecto” encabezado por el ideal de la 4T, donde todo aquello que no acentúa los dichos del presidente López Obrador debe ser removido por corrupto, neoliberal o injusto.

Es así, que ante dichos cambios, es necesario implementar acciones que satisfagan las necesidades reales y urgentes de los estudiantes mexicanos, y no debemos caer en aspectos banales. Por ello, la garantía de materiales didácticos de calidad debe ser reflejado en el salón de clases, con los docentes, sin olvidar a los padres de familia.


México merece un sistema educativo de calidad, donde todos los actores involucrados sean conscientes de los procesos educativos que son necesarios implementar, pero igualmente desde una mirada crítica y objetiva, sin discursos polarizadores o que obstaculicen el desarrollo del alumnado.

Si bien, la formación docente es mala y la política educativa se centra casi siempre en generar regulaciones o normativas burocráticas, debe existir la voluntad política para generar acuerdos con el sector social, donde la sociedad civil y expertos puedan involucrarse de tal forma que la calidad sea un referente, y no el ideal perdido. Por tanto, el 1, 2, 3 de la educación no radica en una serie de pasos, sino en acciones contundentes de apuesta y colaboración.

Recientemente ha habido gran polémica -para no variar- en la apuesta por libros de texto poco metodológicos, pero sí ideológicos, y es que el incentivo a crear asambleas, el uso del “dijistes” o alusiones a la pobreza como virtud, demuestran la incapacidad por construir un programa que ayude a revivificar a la educación mexicana.

Exigir calidad no es ser clasista, no es ser neoliberal, no es ser fifí, tampoco significa el desprecio por lo originario ni mucho menos por la otredad, sino todo lo contrario, significa asumir un compromiso por, para y con la educación, especialmente al entender que de ella deriva el presente y futuro de nuestro país.

Esta columna me ha costado esfuerzo, y es que no hay algo sobre el tema que no se haya dicho ya, pero creo firmemente en la necesidad de involucrarnos y saber lo que sucede con este caballo de Troya. Es entonces, que si algo debemos de aprender -creo yo- de MORENA y la 4T de AMLO, es la capacidad absurda para desestimar por completo los avances que hubo en México en el sector.

Es impresionante la naturalidad con la que la escuela como centro de aprendizaje y la familia como primer espacio de desarrollo se han ido desdibujando, es incoherente que un proyecto denominado la Nueva Escuela Mexicana se presente para retroceder, para llevar al sistema a aquellos años (cuentan mis padres) en los que poco importaba estudiar, poco importaba aprender, sino el principal objetivo era lograr la formación de individuos que supieran obedecer al gobierno oficialista, y claramente así tener los votos asegurados.

Quien diga que la educación no es el principal arma / defensa de cualquier gobierno, o intento de, es alguien que prefiere negar el sentido común. Finalmente, tenemos que asimilar el peso que hay detrás de libros mal diseñados, porque mucho podemos exigir en las cámaras, pero olvidamos por mucho que a nuestros niños los buscan idiotizar en las aulas, ahí donde los colores abundan pero la pedagogía ha dejado de existir. ¿Queremos que el mayor legado educativo de este gobierno sea el adoctrinamiento con nuestros impuestos?


#EsCuestiónDeEducación y lo será siempre.





Alexis Galicia



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